¿Quién no conoce el modelo icónico de la Maison francesa?
Fue la misma Coco Chanel quien diseñó este bolso en febrero de 1955, de ahí su nombre, 2 por el mes y 55 por el año, casi coincidiendo con la vuelta de la diseñadora a la industria de la moda.
Parece ser que Coco Chanel estaba harta de cargar con el bolso en la mano, por lo que ideó este modelo con cadena doraza trenzada con cuero, inspirada en el mundo del avión, la bicicleta y el automóvil, que representó una liberación para las mujeres en aquel momento. Esta cadena, disponible actualmente en dorado y en plateado, permite llevar el bolso con asa corta o a modo de bandolera.
Sobre el acolchado encontramos varias versiones. Podría ser que la diseñadora se inspirara en las sillas de montar del hipódromo de Suresnes (París), en las ventanas de la abadía de Aubazine o en los cojines de su casa en París. Quizás en las tres a la vez.
El 2.55 tiene un discreto bolsillo en la parte delantera, del que se comenta que era el lugar en el que la diseñadora escondía sus cartas de amor, y tres bolsillos en su inconfundible interior de color burdeos, uno de ellos para la barra de labios.
Aunque el color característico del 2.55 es el negro, que es del que más unidades se fabrican anualmente, Karl Lagerfeld ha sido quien se ha atrevido a variarlo en forma, tamaño y color, y quien añadió la doble «c» al cierre en los años 80.
Todos los bolsos del modelo 2.55 se fabrican en un taller que está a 70 km. de París. Numerosas horas se requieren para su creación, y, además, cada unidad pasa por un riguroso control de calidad.
Un único «pero»: su precio, apto para muy pocas…