Las que me seguís desde hace tiempo sabréis que en mi blog he hablado y mostrado muchas prendas de Blanco (ahora renombrado Suite Blanco), pero quizás habéis notado que desde hace meses las apariciones de la marca son muy escasas. Esto es así porque yo he mostrado lo que me gustaba de forma desinteresada hasta que he empezado a notar un bajón de calidad muy grande en las prendas y he dejado de recomendarlas.
Hoy puedo confirmar que mi última experiencia con la marca Suite Blanco ha sido tan mala que no vuelvo a comprar ni a incluir en mi blog una sola prenda o accesorio más de la firma.
Os la cuento: me mandaron un email diciéndome que hacía mucho que no compraba y que me hacían un descuento, y yo, que soy fácil de tentar en lo que a comprar se refiere, piqué con varias cosas. Una de ellas, unos shorts, llegaron con el bolsillo descosido pero como era por dentro, me los quedé.
El problema llegó con el famoso top cruzado que lucía la espectacular Izabel Goulart en la campaña de verano, que yo me compré. Resulta que vino arrugado y como a mí no me gusta salir de mi casa hecha un higo, decidí plancharlo. ¡En buena la hora! Pese a que bajé la potencia de mi plancha al mínimo, en cuanto la posé sobre el maravilloso top, este se volvió efervescente (literal) y se descompuso quedándose pegado a mi plancha. Loca me quedé. Jamás de los jamases me había pasado algo así en mi vida. Bien es verdad que no soy una experta planchadora, pero supongo que la mayoría de mujeres que compran en Suite Blanco tampoco se dedican a la plancha de forma profesional. Si no puedo planchar una prenda, entonces ¿debo lucirla siempre arrugada?
El caso es que me sentó fatal quedarme sin top y con la plancha llena de pegotes, por lo que decidí unos días después ir a la tienda que la firma tiene en Parquesur. Con etiqueta puesta y todo (ni la había quitado) me planté y con la misma camiseta me fui porque la que presupongo encargada de la tienda me dijo que ella tenía ese mismo top y que lo había planchado mil veces sin problemas, por lo que debía consultar la devolución de dinero con su superior. La respuesta (después de llamar yo por teléfono y no ellos como habían quedado) ha sido que me quedo con la prenda y sus agujeritos.
Quiero deciros que por el precio no es (me costó menos de 10 €), pero que no me entra en la cabeza que cada vez nos vendan prendas y accesorios de peor calidad y que encima no recibamos una buena atención como clientes que somos. Estoy convencida de que si esto mismo me hubiera sucedido con una prenda de El Corte Inglés, por ejemplo, me hubieran atendido divinamente, me hubieran devuelto el dinero (por lo menos en mi caso siempre se han volcado por solucionar los problemas) y yo seguiría comprando como he hecho toda la vida. Pero me niego a comprar calidad pésima con mala atención al cliente, así que hasta aquí mi historia de muchos años con Blanco.
Y, vosotras, ¿Habéis tenido alguna experiencia parecida?
Para que veáis que no me lo invento, os enseño las fotos (y mira que me duele subir fotos tan cutres) del top y los agujeritos hechos en 2 segundos de contacto con la maléfica plancha:
El top con mi plancha tatuada.
Los agujeritos de mi top de cerca.